30 marzo, 2007

La prueba de la piruleta

Mañana (en este "nuevo orden" de las cosas, poco me importa ser repetitivo o pesado, así que deja de tener sentido preocuparse por volver a escribir acerca de Fátima) tendrá lugar la Prueba de la Piruleta. ¿En qué consiste? En ver si se ha acordado de traerme una piruleta con forma de corazón (hablando de ese órgano, es una sorpresa que todavía me palpite) que me había prometido en una conversación casual. Sería ...



En la foto, Barry y Tom: siguen esperando una piruleta ...


Otro día hablaremos de la vida real, dejando los mundos de nubes para el Katamari, cosas así. Hablaremos de lo poco que nos hizo falta para quedarnos colgados de una mirada y extrapolar mil cosas sin base científica en un ejercicio de funambulismo sin precedentes (cercanos), de lo peligroso de saltarse pasos, de todas esas cosas. Ahora, permítanme soñar. Sería ...

20 marzo, 2007

A la memoria de una pierna

Los efectos de Fátima todavía duran. Un mes sin verla, ¡un maldito mes sin verla! Si me dijeran que no fue un mes, que fue un año, me lo habría creído también. Lo mismo habría hecho si me dijeran que no, que sólo ha sido una semana ... creo que no valdría para fabricante de relojes: algunos tendrían el segundero en el minutero, y otros se quedarían sin cuerda al minuto de tantas vueltas que darían las manecillas en tan breve intervalo.

No he dejado pasar un solo día sin acordarme de ella. Me he despedido voluntariamente de una amiga con la que tenía una cita pendiente. He estado libre de pecado durante tres semanas seguidas. No me han vuelto las ganas de escribir, de coger la pluma, pero casi. He olvidado alguno de mis mandamientos: en concreto, el de "medirás las palabras pronunciadas". Le he dicho demasiadas cosas bonitas sin venir a cuento, sin previo aviso, sin calcular las consecuencias ... ¿y si se asusta? ¿Y si es una de mis tonterías pasajeras, un flechazo tardío, unas ganas de tener algún motivo para llegar a mañana? ¿Y si ella está en otro estado, más avanzado o más temprano? ¿Y si todo ha sido un sueño?

Acabo de ver al genio de la lámpara dentro de una botella de licor de miel de Combarro, escapándome hacia el corcho. Cabrón, no te vayas, me hará falta tu deseo. Si te atrapo, ya sé lo que te va a pedir este pueril enamorado. En Semana Santa (Santa sólo porque la voy a ver) veremos si eres un genio de la lámpara, o un genio de pacotilla. ¡No te escapes!