10 noviembre, 2006

El piano ha estado bebiendo

En estas pre-noches, tan largas y tan cortas, tan llenas de tiempo y tan escasas de minutos, a veces dejo que me asalten algunos pensamientos (no demasiados, no se vayan a acostumbrar). Tengo dificultades para recordar cuando fue el último día en el que no probé ni una gota de alcohol, en una u otra forma. Veamos: los fines de semana, como son fin de semana, motivo de celebración per se, no falta el vino a la cena o alguna copa nocturna, lúgubre y misteriosa, de viernes o sábado (ahora que estoy empezando a recuperar ciertas costumbres pero con otra perspectiva). Los días de semana, estas dos últimas semanas me he dedicado al culín de whisky rebajado, más como una forma de animar estas horas tan tontas que otra cosa. Unos días en lugar de eso vacié un poco de grappa en el café, y así fue pasando el tiempo. En total, creo que hace tres semanas que no paso un día sin tomar nada de alcohol. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es que no me preocupa ni lo más mínimo. Supongo que al final se reduce a una cuestión de perspectiva.

No hay comentarios: