27 noviembre, 2006

Raspas

Hoy, mientras buscaba un sitio para aparcar, me he quedado atónito cuando me ha llovido del cielo, como si fuera un pasaje de la biblia algo distorsionado por una mente perversa, una raspa de pescado. Sí, así, sin más. Los restos de lo que creo hubo sido una pescadilla bajaron alegres del cielo para posarse en mi parabrisas. Alguien decidió que la ventana era una alternativa válida y preferible al cubo de la basura, delegando la tarea de bajar la basura en manos de la gravedad; o quizás una discusión de pareja se volvió demasiado acalorada, en cuyo caso siempre son preferibles raspas de pescado a ciertas piezas de la cubertería. Puede que la pobre raspa pensara que la ventana es un buen lugar para escapar, y ahí no puedo más que darle la razón, pero dudo mucho que por sí misma se lanzara a la aventura. En fin, que no si nos queda espacio para ser seres humanos, entre lo lobos, lo perros, lo ratas, y lo cerdos que somos.

2 comentarios:

guguelerz dijo...

Es que no has visto buscando a Nemo? Los peces huyen por la ventana :P

Saludos

LaGranjaDeMaggie dijo...

Hola guguelerz,

ahora que lo dices, sí que la he visto, pero esos peces eran peces "vivos" (animados, al menos), ¡pardiez! Si me hubiera caído un pez del cielo, pase, pero una raspa ... una raspa ... una raspa ...

Un saludo y gracias por la visita!